En un comunicado, la Presidencia egipcia informó que el primer ministro, Mustafa Mabduli, presentó su renuncia y que, tras aceptarla, el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi le asignó nuevamente la tarea de formar un nuevo gobierno tecnócrata «para continuar en la vía de la reforma económica, con especial interés en la atracción y el aumento de inversiones locales y extranjeras». Este cambio llega en un momento especialmente delicado, ya que la economía egipca, sufre una de las peores crisis de su historia, con fuertes subidas de los precios de todos los productos desde hace un año, la pérdida de valor de la libra egipcia frente al dólar estadounidense, una descomunal deuda externa y cortes diarios generalizados en el suministro eléctrico.
Desde Praefuturus, consideramos necesario resaltar también el hecho de que la ofensiva israelí en la Franja de Gaza también ha agravado los males económicos internos de Egipto, al provocar una situación de grave inestabilidad que ahuyenta la mayoría de las inversiones externas y favorece el alza especulativa de precios en los países vecinos. Asimismo, también debemos tener presente la interrupción habitual del tráfico comercial marítimo a través del Canal de Suez, debido a los asaltos de los hutíes de Yemen, que tratan de dificultar el aprovisionamiento exterior de Israel con el objetivo de presionar lo suficiente para que termine inmediatamente sus ataques y crímenes de guerra contra la población palestina de la Franja de Gaza. De todo ello es bien consciente la Presidencia de Egipto, al hacer una velada pero firme referencia «al mantenimiento de la seguridad nacional egipcia en el marco de los desafíos regionales e internacionales».