Tras la salida del único ministro moderado de su Gabinete, el exgeneral Benny Gantz, Netanyahu se enroca con los ultranacionalistas y extremistas de su coalición de Gobierno, que le presionan para que siga con el genocidio en la Franja de Gaza si no quiere convocar unas nuevas elecciones anticipadas que le depongan del poder. A pesar de que pudiera parecer que la continuación de esa misma guerra genocida en la Franja de Gaza le esté haciendo perder paulatinamente el apoyo de Estados Unidos, los hechos nos demuestran diariamente lo contrario. El reciente ataque israelí contra Nuseirat vuelve a evidenciar no sólo la falta de deseo del Gobierno israelí de un alto el fuego, sino el doble rasero de Estados Unidos, que trata de escudar las matanzas cometidas por las fuerzas militares israelíes sobre el terreno; paralelamente, la diplomacia estadounidense mantiene en público la presión sobre los múltiples aliados regionales de Hamás para que le obliguen a aceptar un hipotético alto el fuego, cuando saben perfectamente que quien bloquea en realidad cualquier acuerdo es Israel, no Hamás.
Desde Praefuturus, queremos recordar que hemos mantenido que Israel no aceptará voluntariamente ningún alto el fuego, que no le sea impuesto mediante sanciones y/o medidas reales por parte de la comunidad internacional, especialmente por Estados Unidos. Así pues, sospechamos que cualquier anuncio o resolución, incluso aunque provenga del mismo Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sólo será ignorada de nuevo por el Gobierno de Israel como todas las anteriores hasta ahora.
