El Ejército israelí aplicó la «directiva Aníbal», que defiende el uso de toda la fuerza posible para evitar que sus soldados caigan en manos del enemigo incluso a costa de sus propias vidas, durante los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre. Según el primer informe de la Comisión Internacional de Investigación de los Territorios Palestinos sobre el conflicto iniciado con esos ataques, en al menos 2 casos las fuerzas israelíes aplicaron esta directiva, «lo que causó la muerte de 14 civiles israelíes».