El ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, culpó a Netanyahu tanto de buscar una guerra con Hezbolá en Líbano como de haber abandonado a los 120 rehenes israelíes que todavía están en manos de Hamás o de estar alargando el conflicto en Gaza «sin objetivos precisos». «Netanyahu quiere destruir a Israel, nada menos. Ha llegado el momento de expulsarlo», ha exigido Olmert en el diario israelí de izquierdas Haaretz.
Desde Praefuturus, hemos defendido desde un principio que el actual Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu nunca apoyaría voluntariamente un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza sin presiones externas o internas de considerablemente magnitud. Las manifestaciones y protestas civiles celebradas todos los sábados en las grandes ciudades israelíes o las recientes declaraciones públicas de portavoces del Ejército de Israel, así como las filtraciones de documentos de inteligencia, son las primeras señales de una creciente presión interna coordinada ante el riesgo muy real de una imprevisible escalada regional con múltiples frentes abiertos.
