
El acusado como cerebro del 11-S y dos cómplices aceptan declararse culpables a cambio de ser condenados a cadena perpétua para evitar el juicio militar que podría conllevar la pena capital en la base estadounidense de Guantánamo (isla de Cuba). Dos de los cinco acusados originales no van a participar de este acuerdo. La noticia sobre este acuerdo se ha dado a conocer en una carta de los fiscales del tribunal a las familiares de las víctimas del 11-S, incluidas las víctimas de las Torres Gemelas y los atentados contra el Pentágono y el Capitolio.