28/10/2025

El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, ha pedido públicamente a Irán e Israel que eviten una «escalada» del conflicto en Oriente Próximo, mientras se espera una inminente respuesta iraní al asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniye, en un ataque en Teherán achacado a Israel. «Toda la región debe entender que nuevos ataques sólo perpetúan el conflicto, la inestabilidad y la inseguridad para todos», llegó a argumentar Blinken en una rueda de prensa conjunta con el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y sus homólogos australianos.

Desde Praefuturus, hemos decidido dar pie dar pie al discurso público de Blinken, no por su honestidad inherente, sino para condenar el terrible mensaje implícito dirigido a toda la comunidad internacional: según EEUU, Israel tiene derecho a la autodefensa y puede responder a cualquier ataque, pero Irán y el resto de los países de la región no lo tienen (en el caso de que la autoría de un ataque fuese israelí). No obstante, a pesar de que el primer ministro de Irak ya le explicó con rotundidad las claves de este problema, lo que se está demostrando día a día es que Estados Unidos está confiriendo una impunidad casi completa a Israel con unos planes y objetivos muy claros:

Para EEUU, inmerso en unas polémicas elecciones presidenciales, no perder el control de los yacimientos de hidrocarburos en Oriente Medio frente a Rusia o Irán, y, por otro lado, desplazar el transporte y los beneficios originados por las nuevas rutas terrestres de la seda (que China está proyectando que también discurran por territorios iraníes), son objetivos críticos en su estrategia internacional para toda la región, por lo que se está invirtiendo enormemente en una contrarruta terrestre que discurra a través de Israel y Arabia Saudí, incrementando las crisis de seguridad en países regionales, generando enormes beneficios por las ventas de su gigantesca industria armamentística y dilatando todo lo posible la situación actual por todos los medios diplomáticos, militares y de inteligencia a su disposición.

Para la propia Israel, estos meses antes de las elecciones estadounidenses (y de que haya un vencedor claro en la Casa Blanca) son la única ventana de oportunidad para anexar de forma fáctica grandes extensiones de territorio vecino (en Palestina, Líbano, Siria… ), apropiarse de nuevos recursos naturales (como las bolsas submarinas de gas natural frente a la Franja de Gaza) y superar las repercursiones económicas negativas con proyectos de grandes obras de infraestructuras como el futuro Canal Ben Gurión, con el que esperan desplazar al egipcio Canal de Suez (y que tendría que pasar por forzosamente por los Territorios Palestinos Ocupados). Es más, el actual Gobierno de coalición de Benjamin Netanyahu no puede permitirse un alto el fuego en la Franja de Gaza, ni una desescalada del sangriento conflicto que están utilizando en su beneficio, porque se derrumbaría rápidamente ante las presiones internas que piden comicios anticipados y las numerosas denuncias por corrupción presentadas en tribunales israelíes contra Netanyahu y su entorno. Y, a pesar de las crecientes críticas civiles y militares en Israel, Netanyahu todavía cuenta con los suficientes apoyos mientras mantenga constante el clima bélico y no se desvíe ni un milímetro de los objetivos fijados tanto en Estados Unidos como en la propia Israel.

https://www.europapress.es/internacional/noticia-blinken-pide-iran-israel-evitar-escalada-conflicto-oriente-proximo-20240807004246.html