
Uno de los escasos objetivos conocidos en la ofensiva militar ucraniana en el territorio ruso de Kursk sería la toma de la central nuclear de Kursk, pese al alto riesgo de que esta central nuclear sufra un accidente de consecuencias impredecibles, si es alcanzada por proyectiles, pues no tiene suficiente blindaje en sus reactores.
Desde Praefuturus, venimos adivirtiendo en numerosas ocasiones de la apuesta de Estados Unidos, Reino Unido y la OTAN en favor de una escalada progresiva occidental, que derivaría en un enfrentamiento directo contra Rusia. Como es materialmente imposible que la OTAN desconociese los preparativos del ataque ucraniano de su peón en esta guerra proxy gracias a la información satelital y de inteligencia, defendemos que esta ofensiva con las mejores tropas y equipo militar ucraniano es un paso calculado y voluntario que nos aboca a ese enfrentamiento directo contra Rusia, ante la total pasividad y la falta de protestas ciudadanas contra la guerra. A este ritmo, cuando lleguen dichas protestas, será demasiado tarde para todos nosotros, sin importar la parte del planeta dónde nos encontremos.