
Un equipo de investigadores italianos, del Instituto de Biorobótica de la Scoula Superiore Sant’Anna de Pisa, diseñan un brazo protésico que funciona gracias a pequeños imanes insertados en los músculos para detectar el movimiento. Los detalles de este avance, que se enmarcan dentro del proyecto MYTI, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, han sido publicados en la revista Science Robotics. Se estima que este tipo de prótesis son más biocompatibles, por lo que provocarían menos rechazos que las de electrodos y, además, el tiempo de aprendizaje y adaptación sería de tan sólo 6 semanas. En cualquier caso, todavía debe ampliarse el número de sujetos de estudio, así como mejorar algunas limitaciones conceptuales y técnicas, aunque los resultados parecen muy prometedores.