En un comunicado conjunto, los Gobiernos de Francia y EEUU han pedido una tregua «temporal» de 21 días entre Israel y Hezbolá, de cara a «un acuerdo diplomático» para «evitar una mayor escalada en ambos lados de la frontera». Supuestamente, dichos esfuerzos contarían con el apoyo de la Unión Europea, Australia, Canadá, Alemania, Italia, Japón, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Qatar. Por su parte, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, ha confirmado que el Ejército está ya preparándose para una posible invasión terrestre en Líbano con vistas a «seguir causando daños a Hezbolá».
Desde Praefuturus, entendemos el anuncio de Estados Unidos y Francia como una medida dilatoria para ganar tiempo y conceder un mayor margen a Israel con la excusa de mediar en unas supuestas negociaciones que sólo son otra campaña de marketing de consumo interno y externo. Si Estados Unidos, Reino Unido y sus aliados quisieran realmente obligar a Israel a detener sus ataques genocidas, cerrarían el grifo de la ayuda económica y militar, así como la imposición de sanciones económicas. El hecho de que ninguno de estos países ni siquiera haya amenazado con el uso inmediato de este tipo de medidas para detener la nueva tragedia evidencia elocuentemente que la ciudadanía no debe confundir la propaganda amiga con las geoestrategias reales estadounidenses y británicas para Oriente Medio.
