Los misiles Emad y Ghadr lanzados por Irán en abril viajaron a una velocidad de 7.400 kilómetros por hora, pero los Fatteh-2 utilizados este lunes tenían una velocidad máxima de más del doble: unos 16.000 kilómetros por hora. Israel utilizó sus múltiples sistemas antiaéreos para hacerles frente (Arrow 3, Arrow 2, Honda de David y Cúpula de Hierro) además de la ayuda de los sistemas antimisiles de destructurores estadounidenses cercanos. Para Israel, cada misil Arrow podría costarle 3,16 millones de euros cada uno de la Honda de David 900.000 euros, mientras que cada Fatteh-2 podría haberle costado a Irán unos 96.000 euros. Todavía no se sabe cuántos misiles iraníes tocaron tierra israelí. En cualquier caso, es probable que Irán haya querido conservar la mayor parte de su arsenal balístico, anticipando la posible escalada de un conflicto que podría convertirse en una guerra en toda regla.
