La intención de Israel de repetir en Líbano una ofensiva rápida y demoledora contra Hizbulá como la que llevó a cabo contra Hamás en Gaza no está dando los resultados esperados por la feroz resistencia de las milicias chiíes. La respuesta israelí ha sido extender la invasión e incrementar los bombardeos hacia el norte. Sin embargo, lo que ha llevado al límite la paciencia internacional no ha sido la creciente masacre de civiles libaneses, sino los recientes ataques contra los cascos azules de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL). En cualquier caso, cada vez es más evidente que Israel también utiliza la invasión de Líbano para desviar la atención internacional y vaciar progresivamente el centro y el norte de la Franja de Gaza de su población palestina, prepararando la eventual anexión del territorio gazatí. Aún peor, EEUU ha trasladado a Israel una batería antimisiles con el sistema THAA junto con un centener de militares estadounidenses, deplegados en territorio israelí supuestamente para asegurar la eficacia del sistema antimisiles frente a Irán. En definitiva, estamos un paso más cerca de la guerra total en Oriente Medio.
