
Un informe de la ONG Human High Watch (HRW) considera que las autoridades israelíes están llevando a cabo una «limpieza étnica» en la Franja de Gaza, donde se está produciendo un desplazamiento forzado de 1,9 millones de residentes palestinos (el 90% de la población total), un desplazamiento «generalizado, justificado y sistemático». Además, HRW aseguró que los países que continúen proporcionando armas a Israel corren el riesgo de convertirse en cómplices de sus delitos, refiriéndose expresamente a Estados Unidos, Alemania y otros países a los que instó a suspender los envíos de armas. Por otro lado, HRW también asegura que la comunidad internacional debería condenar como crímenes de guerra y de lesa humanidad el desplazamiento de la población civil por parte de Israel, y presionarle por medio de sanciones y otras medidas para que se ponga fin a esta situación y se proteja realmente la vida de los civiles palestinos.