La vuelta en enero del expresidente Donald Trump a la Casa Blanca y su promesa de acabar con la guerra en Ucrania ha llevado a una aceleración de los movimientos políticos y militares de los principales aliados de Kiev, incluida la administración saliente de Joe Biden, que ya ha autorizado el uso de misiles estadounidenses de largo alcance contra Rusia. Es evidente que Ucrania será uno de los temas a tratar en la reunión de los líderes el G20 en Río de Janeiro, Brasil, país anfitrión del encuentro que también pertenece al grupo BRICS y cuyo presidente ha apartado este tema de la agenda formal de la cita, al ser un foro internacional de comercio y economía. Por otro lado, Turquía ultima una propuesta de alto el fuego, que incluiría un posible despliegue de tropas internacionales y un freno a las ambiciones ucranianas para incorporarse en la OTAN.
