
Ucrania lanzó ayer varios misiles estadounidenses de largo alcance (ATACMS) contra la región rusa de Brianks con el permiso expreso de la Casa Blanca. El Ministerio de Defensa ruso afirmó que sus sistemas antiaéreos derribaron 5 misiles, pero que el último logró impactar contra un arsenal de armas, sin causar víctimas mortales. Por su parte, el Gobierno ruso advirtió que se trata de «una nueva fase cualitativa de la guerra» a la que podría responder con armas nucleares.
Desde Praefuturus, debemos recordar que, a pesar de los engaños y falsedades vertidas por la propaganda amiga en los medios de comucanicación europeos, lo cierto es que la OTAN está perdiendo la guerra proxy ucraniana contra Rusia. Eso ha llevado a la exigencia por parte de los halcones de la guerra de la OTAN de forzar un compromiso total estadounidense y europeo, haciendo que Occidente se implique completamente en el conflicto militar. Este compromiso ha sido respaldado desde hace meses por casi toda nuestra clase política en (EEUU, Reino Unido, la UE, Francia, Polonia, países bálticos, etc) y por los principales grupos económicos con lazos con la industria armamentística, sobre todo a raíz de la reciente victoria de Donald Trump, que asumirá el cargo el próximo 20 de enero de 2025.
Por ello, a nadie se le escapa que la decisión de la administración saliente de Joe Biden trata de acelerar sus propios planes y reconducir por un callejón sin salida cualquier posibilidad de Trump que no implique la prolongación de la guerra proxy o, en caso contrario, de un conflicto directo de la OTAN contra Rusia. Apenas quedan 2 meses en los que pueden suceder muchas cosas, aunque la ciudadanía occidental todavía puede exigir a sus representantes políticos que NO queremos esta guerra en la que tratan de obligarnos a participar. Debemos mostrar AHORA un rechazo total, porque luego será demasiado tarde para todos.