
El Gobierno de Israel aprobó por unaminidad en su reunión semanal del domingo una propuesta del ministro de Comunicaciones israelí, Sholo Karhi, que obliga a todos los organismos gubernamentales a retirar sus anuncios del célebre periódico independiente ‘Hareezt’, así como a cortar cualquier tipo de comunicación con este medio. Además, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio el visto bueno a esta resolución, que no apareció publicada en la agenda del Gobierno de Israel, sin someterla a la revisión legal habitual. Dicha medida se habría tomado supuestamente como reacción a «los muchos artículos que han dañado la legitimidad del Estado de Israel y su derecho a la autodefensa, y en particular a las declaraciones hechas en Londres por el editor de Hareezt, Amos Schocken, que apoyan el terrorismo y piden la imposición de sanciones». Por su parte, Schocken, quien tildó el mes pasado de «limpieza étnica» los ataques israelíes en todos los territorios palestinos ocupados, también había manifestado con la máxima rotundidad que «se debe establecer un Estado palestino, y la única manera de lograrlo, creo, es aplicar sanciones contra el líder de Israel, contra los líderes que se le oponen y contra los colonos que están en los territorios ocupados en contravención del derecho internacional».