
El Ejército de Israel señaló diez localidades del sur de Líbano como una zona a la que los libaneses tienen prohibido desplazarse, con la advertencia de que «cualquiera que se mueve al sur de esta línea se expone al peligro». Esta nueva prohibición llega tras el alto el fuego de 60 días firmado entre Israel y Hizbulá, en un conflicto armado que ha dejado más de 3.800 libaneses muertos y más de 15.800 heridos, de nuevo ante la vergonzosa y mayoritaria pasividad de la clase política occidental.