21/10/2025

Rumanía atraviesa en estos momentos la mayor crisis política desde hace 35 años: el candidato anti OTAN, Calin Georgesucu ganó por sorpresa la primera vuelta de las elecciones presidenciales, alcanzando el 22,9% de los votos. Se procedió a la revisión inmediata de los resultados electorales contando voto a voto. El Tribunal Constitucional Rumano estipuló el 2 de noviembre que no hubo fraude electoral y que se podía proceder a la segunda vuelta. Dos días más tarde, el presidente Iohannis desclasificó varios documentos que probaban paralelismos no concluyentes con supuestas injerencias extranjeras en redes sociales, lo fue utilizado como excusa para la anulación de todo el proceso electoral por parte del Tribunal Constitucional de Rumanía.

Desde Praefuturus, consideramos que se trata de un precedente muy peligroso dentro de la propia Unión Europea, una medida muy aplaudida por parte de las instituciones comunitarias (salvo unas escasas excepciones) y la OTAN. ¿Es que los líderes europeos no piensan en las consecuencias de sus acciones o, quizá, la presión ejercida por la OTAN fue demasiado intensa? ¿Cuántas veces van a repetir este peligroso precedente cuando los ciudadanos del bloque comunitario traten de votar a formaciones políticas que no cuenten con el visto bueno de las grandes potencias «aliadas»?

Ni la UE ni la OTAN tuvieron tantas objeciones cuando sucedió un caso muy semejante en la vecina Moldavia. Ni tampoco protestan acerca de las injerencias estadounidenses o europeas en las redes sociales y en los grandes medios de comunicación para promocionar a sus candidatos favoritos en otros países. ¿Es que eso no es también injerencia extranjera? ¿Por qué no nos dicen directamente hasta dónde llega su modelo de democracia? ¿No será que temen que no les dejaríamos poder saltarse sus propias leyes, reglas y normativas a conveniencia?

https://www.publico.es/opinion/rumania-decision-controvertida.html