El nuevo Gobierno de Francia es continuista, con Francois Bayrou como primer ministro. Asimismo, también hay una gran presencia de ministros conservadores y macronistas, como la ex primera ministra Élisabeth Borne o su homólogo Manuel Valls. Los constantes retrasos en estos nombramientos han alimentado las especulaciones acerca de posibles desacuerdos entre el primer ministro y el presidente en cuanto a los candidatos que habían sido propuestos. Por su parte, los partidos progresistas vuelven a amenazar con una moción de censura o con un bloqueo de los presupuestos que presente el nuevo Gobierno francés en una Asamblea Nacional muy fragmentada.
