
El presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, ha apelado a la movilización de la población tras la ofensiva sin precedentes del grupo rebelde de tutsis congoleños Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por Ruanda, en el este del país congoleño. En concreto, el presidente de RDC ha condenado «la presencia de miles de soldados ruandeses en nuestro suelo», así como el apoyo político, logístico y militar ruandés al M23, así como la explotación ilegal de recursos naturales congoleños por su parte. Además, también se ha dirigido a la comunidad internacional y a la Unión Africana (UA) a quienes ha recriminado su «silencio e inacción ante la barbarie del régimen de Kigali y las barbaridades perpetradas por sus aliados» en su territorio; de hecho, el presidente Tshisekedi ha asegurado que «el pueblo congoleño toma nota de esta pasividad que raya con la complicidad». Por su parte, Ruanda sigue acusando a RDC de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y otras milicias locales.