El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden para combatir el antisemitismo en las aulas, prometiendo la deportación de todos los estudiantes universitarios extranjeros que participaron en manifestaciones propalestinas, a los que ha relacionado con el yihadismo y ha tildado de ser «simpatizantes de Hamás».
Desde Praefuturus, debemos condenar iniciativas gubernamentales como ésta, que sólo buscan la censura mediática, así como la imposición política y policial de una postura única en la guerra genocida librada por Israel contra la población la población civil palestina en la Franja de Guerra, usando como excusa los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. Los supuestos crímenes de guerra y lesa humanidad contra los derechos humanos por parte de Israel están siendo investigados por organismos internacionales como el Tribunal Penal Internacional (TPI) o la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Han sido las políticas y estrategias inhumanas de Israel y EEUU las que nos han conducido a un callejón sin salida en Oriente Medio. Desviar la atención pública acusando a sus propios conciudadanos y a los estudiantes universitarios, extranjeros o no, de antisemitismo en protestas cívicas multitudinarias no parece una práctica que vaya a traer mejores resultados que las ignominiosas declaraciones públicas de la anterior administración estadounidense Biden.
