
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó tras una reunión con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que su país «tomará el control» de la Franja de Gaza, para convertirla en la nueva «Riviera de Oriente Medio» para impulsar un desarrollo económico que genere empleos y viviendas. El plan estadounidense parece excluir a «todos» los habitantes palestinos de la Franja de Gaza, ya que Trump también volvió a plantear su idea de reasentar de forma permanente a «todos» los palestinos en otros países (principalmente Jordania y Egipto). «Sería mi esperanza que pudiéramos hacer algo realmente bueno, algo realmente positivo, para que no quisieran volver. ¿Por qué querrían regresar? Es lugar ha sido un infierno». Tampoco descartó utilizar tropas estadounidenses para apoyar la reconstrucción de la Franja de Gaza.
Desde Praefuturus, siempre hemos denunciado que la actual interdependencia entre Estados Unidos (tanto con Trump como con Biden) e Israel jugaría un papel clave en las anexión territorial directa de la Franja de Gaza, así como posteriormente con el resto de los Territorios Palestinos Ocupados (Jerusalén este y Cisjordania). Esta expansión territorial, tan anhelada por los diferentes Gobiernos y líderes políticos israelíes, se había llevado hasta ahora a través de un lento pero constante incremento de las colonias ilegales israelíes a costa del territorio palestino.
Sin embargo, desde el 7 de octubre de 2023 hemos sido testigos de las terribles acciones de un Gobierno y un Ejército (de Israel) atacando sin tapujos a la población civil palestina utilizando como excusa los ataques de Hamás. Hemos contemplado con horror la recuperación del modelo de guerra genocida por parte de Israel contra la población civil palestina en el siglo XXI. Todo ello ante todas las cámaras y medios de comunicación de todo el mundo, pero con la completa pasividad e indiferencia, e incluso las falacias justificatorias, de un Occidente políticamente volcado a favor del bando exterminador.
Ahora mismo, tanto EEUU como Israel nos tienden la zanahoria o el palo: por un lado, nos ofrecen una salida (la completa expulsión de todos los palestinos de la Franja de Gaza, por ahora) como la mejor opción para todos los implicados (incluyendo a Irán a través de una posible renegociación del acuerdo nuclear); por otro lado, se nos dice sin tapujos que EEUU obligará a Jordania y Egipto a asumir esa decisión, que lo terminarán haciendo, como bien se jacta el propio Trump, al mismo tiempo que podrían enviarse tropas estadounidenses a la Franja de Gaza.
Aunque el objetivo prioritario estadounidense sigue siendo China, tanto EEUU como Israel están dispuestos a llegar mucho más lejos de lo que han hecho hasta ahora en Oriente Medio si con ello consideran que dejan una retaguardia tranquila o casi estable en los ricos yacimientos de hidrocarburos y las rutas comerciales que atraviesan la región antes de centrarse en su principal rival asiático.