
El magnate Elon Musk, que dirige el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Estados Unidos, dio el sábado un plazo de 48 horas (que termina este lunes por la noche) a los empleados federales para rendir cuentas del trabajo que hicieron la semana pasada o, si no quieren hacerlo, renunciar. También insistió en que «la falta de respuesta será una renuncia». Por su parte, el jefe de la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE), que representa a más de 800.000 empleados federales, escribió en un comunicado que su organización sindical «impugnará cualquier despido ilegal de nuestros miembros y empleados federales en todo el país».