
La inteligencia artificial (IA) ha podido ser aplicada a través de un modelo de difusión a los escaneos en 2D ya realizados para identificar y copiar caracteres de la escritura cuneiforme (una de las más antiguas y con más de 1.000 caracteres únicos) a partir de fotografías de tablillas. En concreto, investigadores de Cornell y de la Universidad de Tel Aviv (TAU) han desarrollado un método llamado ProtoSnap que «encaja» en su lugar un prototipo de carácter para que se ajuste a las variaciones impresas en cada tablilla. Se estima que hay más de 500.000 tablillas cuneiformes en los museos, pero solo una fracción muy pequeña ha sido traducida y publicada.