
El nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, ha abordado con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, «el futuro» del comercio entre Canadá y la Unión Europea, en medio del giro que se han producido en las relaciones transatlánticas a raíz de los aranceles impuestos por Estados Unidos a sus socios comerciales, así como por el giro político respecto a la guerra de Ucrania. También han tratado el rearme de Europa y del papel canadiense asegurando «nuevo equipo militar».
Desde Praefuturus, consideramos muy necesario resaltar el último aspecto de la noticia, ya que, supuestamente, el plan de rearme de Europa impuesto por Von der Leyen por 800.000 millones de euros (sin pasar por el control del Europarlamento) se ampara no sólo en una falsa seguridad militar comunitaria, sino también en la también supuesta compra de equipo militar solo a industrias europeas. Si eso fuese cierto, ¿entonces por qué Ursula von der Leyen está tratando con Canadá la compra de nuevo equipo militar canadiense?
Debería ser obvio que el plan de rearme europeo es una falacia argumental, para justificar el desmesurado gasto militar que se requiere para contentar las exigencias de EEUU (para su industria militar) y de la OTAN (para justificar su mantenimiento en la actualidad). También nos tememos que el plan de Ursula von der Leyen sólo se una excusa ante la opinión pública europea para incrementar la corrupción y el lucro de los líderes comunitarios, sin pasar, repetimos, por el control parlamentario ni dar ninguna explicación al Europarlamento.