
Naciones Unidas ha alertado del grave aumento de las tensiones en Oriente Próximo después de que el Ejército estadounidense haya atacado supuestas posiciones de los hutíes en Saná, dejando más de 50 muertos y casi 100 heridos. «Exigimos a la máxima moderación y el cese de todas las actividades militares. Cualquier escalada adicional podría exacerbar las tensiones regionales, alimentar ciclos de represalias que podrían desestabilizar más Yemen y la región, y plantear serios riesgos riesgos a la ya de por sí grave situación humanitaria del país», declaró el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric.