
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha anunciado su disolución durante el 12º Congreso y el fin de la lucha armada, en medio de los esfuerzos del grupo armado para lograr un acuerdo de paz con el Gobierno turco. Asimismo, los líderes y representantes de la histórica organización kurda han señalado que «los actuales acontecimientos en Oriente Próximo, en el marco de una tercera guerra mundial, hacen inevitable el reconocer las relaciones kurdo-turcas», por lo que han decidido que el conflicto con Turquía «puede resolverse a través de la política democrática», la defensa de los derechos de las mujeres, la creación de nuevas organizaciones políticas kurdas y el confederalismo democrático propugnado por su líder histórico, Abdullah Öcalan.