
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció ayer el inminente «control total» de «todas las zonas de la Franja de Gaza» por el Ejército israelí, quien ha lanzado la Operación Carros de Gedeón para apoderarse de todo el territorio gazatí. En este contexto, la política proisraelí de Trump ha tenido un fuerte peso en la UE, especialmente en la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y de la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, que ya eran muy favorables a la posición israelí antes del cambio de administración en la Casa Blanca. Por ahora, sólo el presidente del Consejo Europeo, António Costa, se ha atrevido a criticar públicamente la situación.
Desde Praefuturus, venimos haciéndonos eco de las intenciones (y puesta en práctica) del actual Gobierno de coalición de Israel, encabezado por el primer ministro, Benjamin Netanyahu. Tristemente, hemos acertado desde el principio: Israel ha utilizado los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 como excusa para iniciar una gran campaña genocida con la que anexionarse los Territorios Palestinos Ocupados, empezando por la Franja de Gaza, para luego seguir en Cisjordania y Jerusalén Este.
De nada servirá el silencio o las críticas sin las sanciones ni las medidas que tengan un efecto de disuasión real para Israel. Si los ciudadanos no presionamos a nuestra corrupta clase política para que los Gobiernos y las instituciones supranacionales (como la UE) adopten a tiempo medidas reales, Israel tendrá lo que siempre ha querido: expansión territorial obtenida gracias al asesinato o expulsión forzosa y permanente de la población civil palestina, es decir, genocidio según la legislación internacional.