
Los Gobiernos de Reino Unido, Francia y Canadá han instado a Israel a detener la «desproporcionada» ofensiva militar sobre la Franja de Gaza y permitir la entrada de ayuda humanitaria en cantidad suficiente, amenazando con «medidas concretas adicionales en respuesta», incluidas sanciones dirigidas. Asimismo, también han recordado que el «desplazamiento forzoso permanente es una violación del Derecho Internacional Humanitario». Por último, han asegurado que «Israel debe parar los asentamientos que son ilegales y afectan a la viabilidad de un Estado palestino y a la seguridad de israelíes y palestinos».