
El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ha presentado una Revisión Estratégica de Defensa, con la que cumplirá sus promesas a EEUU de un mayor gasto militar y que pone a su país «en preparación para la guerra», ya que el jefe de Gobierno entiende que es la «manera más eficaz» de disuadir a potenciales agresores como supuestamente Rusia. «El Gobierno quiere acelerar la innovación a un ritmo de guerra», tanto en interés propio de Reino Unido como en el de la OTAN. Además, el documento presentado plantea específicamente que la capacidad de producción esté «siempre activa» para que el país pueda aumentar rápidamente el volumen de fabricación en caso de que sea necesario.