
El primer ministro francés, Francois Bayrou, ha anunciado un plan de actuación para frenar el gasto público en los próximos cuatro años, con medidas como nuevos recortes, congelación de pensiones y salarios públicos, así como la revisión del sistema de desempleo o la reducción del empleo público. En el caso de los recortes, aseguró que el Estado francés no gastará en 2026 más que en 2025, excepto en el pago de la deuda y del gasto militar. Entre las medidas impuestas también figura trabajar más, suspendiendo dos días festivos.
Desde Praefuturus, habíamos advertido en numerosas ocasiones de que los grandes gastos económicos y financieros ocasionados por la guerra proxy entre la Rusia y la OTAN en el territorio ucraniano, junto con las imposiciones de Estados Unidos para que los europeos incrementasen el ritmo de grandes compras de armas (a los propios fabricantes estadounidenses) de hasta el 5% de su PIB, sólo podría acometerse con un recorte brutal en los restos que todavía quedan del estado de bienestar europeo (sanidad, pensiones, desempleo y educación).
De la misma forma que hace 3 años no se consultó a los ciudadanía si estábamos de acuerdo en jugarnos a la ruleta rusa nuestras economías nacionales en un conflicto armado externo e impuesto por EEUU y Reino Unido, ahora se nos exige que nosotros paguemos toda la cuenta. Nuevamente no se consulta a los ciudadanos, sino que se imponen grandes recortes supuestamente inevitables.
Y aunque esta vez el anuncio lo ha hecho la segunda economía de la Unión Europea, no será el único Gobierno comunitario que vaya a hacer este tipo de anuncios, a no ser que la ciudadanía y los pueblos europeos nos movilizamos para impedirlo inmediatamente, porque se tardará mucho tiempo en recuperar tan sólo una parte de todo lo que van a intentar quitarnos.