
Los Ejércitos de Tailandia y Camboya acordaron paralizar el movimiento de sus respectivas tropas en la frontera, como parte del alto el fuego sellado firmado por ambos Gobiernos tras cinco días de enfrentamientos en las zonas limítrofes. Además, también acordaron el cese de los disparos y no usar la fuerza contra civiles, así como un intercambio de fallecidos y heridos. Se calcula que unas 300.000 personas habían sido evacuadas por los combates.