El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha convocado una reunión del gabinete de seguridad con la intención de «ir a por la total ocupación de la Franja de Gaza». Durante un encuentro con la prensa israelí, el portavoz de Netanyahu se manifestó diciendo «la suerte está echada: vamos a ocupar por completo la Franja de Gaza». Por su parte, los mandos del Ejército de Israel se encontraría profundamente dividido por temor a que las operaciones pusiesen en grave peligro las vidas de los rehenes israelíes que todavía permanecen en manos de Hamás.
Desde Praefuturus, hemos advertido, y repetido, en numerosas ocasiones que el Gobierno de coalición israelí, liderado por Netanyahu, aprovecharía los terribles sucesos del 7 de octubre de 2023, para purgar o expulsar a la población civil palestina de la Franja de Gaza, y quedarse permanentemente con todo el territorio con las mayores bendiciones de Estados Unidos (tanto con Biden como con Trump) y el apoyo activo-pasivo de Reino Unido y la propia Unión Europea.
Esto nunca se ha tratado de una compleja operación militar de rescate de rehenes, ni de castigo colectivo contra la población civil palestina. En realidad, se trata del lento genocidio en directo de dos millones de personas para quedarse con todo el territorio de la Franja de Gaza (y sus recursos naturales). Y luego irán Jerusalén este (ya prácticamente ocupada por las nuevas normativas legales israelíes), Cisjordania y los países vecinos de Israel.
Tanto EEUU como Israel están cada vez más cerca de conseguir su objetivo geoestratégico para la región, el ‘nuevo Oriente Medio’ usando sus propios términos, habiendo puesto un Gobierno títere en Siria, desarticulado los mandos de hizbulá en Líbano, y casi logrando derribar el régimen iraní, etc.
Pero lo contrario también es cierto: los hutíes de Yemen siguen manteniendo alejados a los portaaviones estadounidenses del mar Rojo, Irán demostró tener más misiles hipersónicos y drones de lo calculado (llegando a superar no sólo las defensas antiaéreas de Israel, sino también los refuerzos de los buques y fuerzas aéreas combinados de EEUU, Reino Unido y Francia) llegando a impactar en numerosas ocasiones objetivos importantes del propio territorio israelí.
Mientras los aliados de Israel procuran rearmar sus arsenales rápidamente antes de volver a concentrarse en Irán, el propio Gobierno israelí se apresura en sus estrategias de ocupación, temeroso de que la frágil oposición interna israelí (política y militar) trate de frenar la inercia de los acontecimientos.
