Esta semana se ha celebrado el Mobile World Congress (MWC) en Kigali (Ruanda), logrando reunir a más de 2.500 participantes de unos 75 países. Según los datos de GSMA, la conectividad móvil ruandesa cubre casi el 99%, con un 85% de conexiones a Internet de banda ancha. Ruanda es un ejemplo singular, porque no es el panorama general del África subsahariana, donde se estima que sólo el 46% de la población tiene acceso a móviles, lo cual supone a su vez grandes retos y oportunidades comerciales para las empresas del sector. Por otro lado, las principales dificultades que se están experimentando no tienen que ver tanto con la falta de infraestructura, sino que parecen vincularse a la alfabetización, el aprendizaje de habilidades digitales y, por supuesto, la pobreza endémica de un continente que intenta escapar del neocolonialismo occidental por sus propios medios.