El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, ha recalcado que su país no entregará a Ucrania sistemas de defensa antiaérea Patriot o S-300, en medio de las continuas presiones de la OTAN y la Unión Europea (UE) para aumentar la ayuda militar al Gobierno ucraniano. «Los citados sistemas de defensa antiaérea son clave para la protección del espacio griego y no serán enviados a Ucrania», explicó Mitsotakis en una cadena de televisión, en la que también confirmó que esa petición ya había sido formulada a Atenas. Sus declaraciones vienen a apoyar a su vez las del portavoz del Gobierno griego, Pavlos Marinakis, que el lunes ya había informado que Grecia no adoptaría ninguna medida que pudiera poner «ni remotamente» en riesgo su propia seguridad.
Desde Praefuturus, sostenemos que Grecia es consciente de que la entrega de sus propios sistemas de de defensa antiaérea Patriot o S-300 a Ucrania no sólo hubiese mermado sus capacidades defensivas en caso de una posible amenaza contra sus seguridad nacional, como pretexta acertadamente el Gobierno griego, sino que hubiese supuesto la obligada compra de costosos reemplazos o, incluso una versión mejorada, y por tanto, más prohibitiva aún, a las empresas armamentísticas de EEUU, principal interesado en obligar a los países europeos de la UE a vaciar sus arsenales actuales para sostener la precaria economía nacional de los propios Estados Unidos en su actual pugna contra sus rivales internacionales por la hegemonía global.