El Ejército de Uganda ha anunciado la suspensión de toda la cooperación militar y de defensa con Alemania tras acusar al embajador alemán, Mathías Schauer, de participar en «actividades subversivas» en el país africano, sin que Berlín se haya pronunciado por ahora. Por su parte, el propio jefe del Ejército ugandés, Muhoozi Kainerugaba, había advertido recientemente a la Unión Europea (UE) de que «estaba jugando con fuego» después de que los embajadores del bloque se reunieran con integrantes del principal partido opositor, la Plataforma de Unidad Nacional (NUP), incluido su líder, Robert Kyagulanyi.
Desde Praefuturus, consideramos esta situación como un ejemplo perfecto de injerencia en la política interna de un país extranjero por parte de la diplomacia comunitaria de la Unión Europea (UE), y a pesar de que todos los países de nuestro planeta realizan este tipo de operaciones dentro de sus posibilidades humanas, económicas y tecnológicas, lo cierto es que la UE no tiene ninguna autoridad moral propia en el plano internacional más allá de la que ella misma usurpa fraudulentamente en sus discursos públicos.
