El Ejército israelí ha bombardeado en la madrugada del domingo 7 regiones del sur y centro del Líbano, en respuesta al ataque previo supuestamente de Hezbolá de este sábado contra los Altos del Golán territorios ocupados por Israel en ese enclave. El Gobierno israelí responsabilizó a Hezbulá del ataque, que dejó 12 fallecidos israelíes, aunque tanto los líderes de Hezbulá como el propio Gobierno libanés han negado su implicación en ese ataque. Por su parte, el Gobierno de Irán ha advertido a Israel que no lleve a cabo «nuevas aventuras» en el Líbano, ya que cualquier acción negligente podría conducir a «la inestabilidad, la inseguridad y la guerra en la región».
Desde Praefuturus, debemos resaltar que parece posible que Israel esté usando este confuso accidente para agilizar sus planes militares para la esperada invasión del Líbano, como ha vuelto a insinuar el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, al afirmar que «estamos aumentando en gran medida nuestra preparación para la próxima etapa en la lucha en el norte». De hecho, tanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como diversos representantes públicos de las autoridades civiles y militares de Israel, han hecho en el pasado frecuentes declaraciones en este sentido. Por otro lado, cabe considerar también como posible que Israel haya recibido el apoyo final estadounidense a esta iniciativa militar durante el reciente viaje de Netanyahu a Estados Unidos, puesto que sería imposible que Israel pudiese dar un salto de esta magnitud, sin su mayor sostenedor y aliado internacional. Un apoyo probablemente garantizado por los dos candidatos presidentales de EEUU, tanto el republicano Donald Trump como la demócrata Kamala Harris.
