La Unión Europea ha adoptado la 14ª tanda de sanciones contra Rusia, castigando por primera vez el gas natural licuado ruso y ampliando las medidas para evitar la elusión de sanciones por vía terrestre, marítima o aérea. Asimismo, también se prohibirá a las entidades de la UE conectarse a los servicios del sistema de transferencia de mensajes financieros, SPFS, desarrollado por el Banco Central de Rusia para desarrollar un sistema financiero paralelo al SWIFT occidental.
Desde Praefuturus, debemos recordar que cuando Rusia invadió Ucrania, las autoridades de la UE se vieron fuertemente presionadas por Estados Unidos, Reino Unido y la OTAN para que aprobasen baterías de sanciones económicas. Oficialmente, la propaganda amiga nos dijo en todos los medios de comunicación que la economía rusa se hundiría en pocos meses y que los rusos tendrían usar los chips de las lavadoras para cubrir el mantenimiento logístico-militar. Evidentemente, eso no ha sido así. Y casi dos años y medio después, se aprueba una 14ª tanda de sanciones que no detendrá el esfuerzo militar ruso, pero sí cualquier posibilidad de recuperación económica europea a corto y medio plazo. Estados Unidos y Reino Unido siguen hundiendo impunemente la economía de sus socios y aliados para que al final de la partida sólo se mantengan a flote ellos mismos.