24/10/2025

La junta militar de Malí ha anunciado la ruptura de las relaciones bilaterales con el Gobierno de Ucrania, después de que el portavoz del servicio militar de Inteligencia ucraniano, Andrei Yusov, admitiera la colaboración de Kiev con los rebeldes tuareg del norte de Malí, que recientemente mataron a 47 militares y 84 mercenarios del grupo ruso Wagner. «Estas gravísimas declaraciones, que no han sido objeto de ninguna negación o condena por parte de las autoridades ucranianas, muestran un claro apoyo oficial del Gobierno ucraniano en África, en el Sahel y más específicamente en Malí», ha denunciado el portavoz y ministro de Administración Territorial del país, el coronel Abdoulaye Maiga.

Desde Praefuturus, coincidimos con el análisis del portavoz militar maliense al asegurar que «esta agresión mantenida por Ucrania es parte es parte de un patrón más amplio de ciertos actores que apoyan y explotan activamente a grupos terroristas armados, aliados con grupos rebeldes, con fines hegemónicos y neocoloniales y para romper la dinámica de emancipación, reconquista de la soberanía y desarrollo socioeconómico iniciado por la Confederación de Estados del Sahel (AES)«. La historia contemporánea está repleta de ejemplos de cómo los servicios de inteligencia de numerosos países arman, apoyan y asignan objetivos a grupos terroristas: el más célebre de todos los casos fue el apoyo de la CIA a los talibanes contra los soviéticos en Afganistán (hecho reconocido por los propios políticos estadounidenses durante la primera Guerra Fría). Evidentemente, la Inteligencia ucraniana sólo es un títere, puesto que nunca hubiera podido hacer esto por sí misma en un ámbito tan lejano de sus intereses y capacidades sin la ayuda necesaria de sus patrones occidentales (los verdaderos protagonistas de esta lucha por la hegemonía global).

https://www.europapress.es/internacional/noticia-mali-anuncia-ruptura-relaciones-bilaterales-ucrania-20240805005320.html